Hablar como los “ejecutivos modernos”

Hay que consultar el diccionario inglés/español para entender que los ejecutivos modernos ya no van a reuniones para compartir ideas, sino que ahora asisten a un brainstorm

Hay que consultar el diccionario inglés/español para entender que los ejecutivos modernos ya no van a reuniones para compartir ideas como Dios manda, sino que ahora asisten a un brainstorm en donde el top management realiza a full time un follow up del cash flow, luego de lo cual toman un break «a base de» jugo y galletas antes de proseguir con el merchandising.
Lejos de sumar mi voz a las críticas de los puristas del lenguaje, creo que mentar con anglicismos cosas y acciones que bien podrían ser aludidas por su equivalente en español, es una clara señal de que quienes así se expresan saben de lo que hablan y que no vengan a meter sus narices los improvisados en la materia, que de paso quizá hasta hayan olvidado cómo se pronuncia correctamente el what´s your name? de bachillerato.
Sin mencionar que, en esta economía tan deprimida como la actual, decir in-sourcing en vez de «que lo haga la secretaria» dota al encuentro entre ejecutivos de un aire trasnacional que ríete de Apple.
Es más, soy un convencido de que el uso de anglicismos no debe limitarse solo a los businessman, sino que toda ama de casa, empleado público, muchacha de servicio, panadero y conserje que acaricien el deseo, hoy compartido por muchos, de irse del país, han de disfrutar del privilegio de incluir extranjerismos en su habla cotidiana para así establecer residencia verbal en la tierra de sus sueños, amén de empapar la conversación con un matiz la escuela de negocios de Harvard acorde a la actual globlalización:
—Eficiente servidora, cuánto es la tarifa por posicionar ad-hoc tu imagen corporativa —podría preguntar el cliente a la meretriz freelancer (aquella que trabaja por su cuenta bajo un semáforo, no en un joint venture adornado con bombillos rojos y rocola de fondo)
Pay-per-view antes del grosso modo… ¿tienes suficiente cash per capita? Porque yo gratis no testeo —respondería la chica. Sobran ejemplos así a aplicar en el día a día:
—Compadre, tengo que courier a casa porque sino mi mujer me resetea —se despedirían los caballeros a mitad de un lady´s night (atención al detalle lady´s night: ya la noche parece haber emprendido su viaje hacia otra lengua).
—Ay, mainframe, pero no te olvides que la cuenta va fifty-fifty –acotaría el amigo.
—¡Muy beautiful, no! Qué horas de llegar a in-home son estas –diría más tarde la señora, con la cara empastelada de face cream.
—Chica, solo salí un rato con el newsgroups de la oficina.
—El PowerPoint es que esta noche te sale self-service.
—No seas tan proactiva y deja el brief que aquí te traigo unas arepas.
—¿Arepas? ¡Hasta cuándo arepas! Yo lo que quiero son round maize loaf.

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Castor Carmona Editor Mi Infoproducto

Periodista egresado de la Universidad del Zulia (LUZ) y comunicador visual. Diplomado en Marketing de Empresas por la Universidad Central de Venezuela. Gerente de Escarpia Producciones y creador de miinfoproducto.com. Autor de los libros La risa se desnuda, Crónicas de lo crónico, El Manual de la Malicia.

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