El número de followers afecta tu alma
El número de followers afecta gradual y profundamente el alma del tuitero o instagramer, cuyo carácter cambia según la cantidad de seguidores
Un auditorio casi vacío o lleno hasta su última butaca define en muchos casos la actitud del orador. Igual pasa en las redes sociales: el número de followers afecta gradual y profundamente el alma del tuitero o instagramer, cuyo carácter varía a medida que sube —o reduce— su cantidad de seguidores:
De 0 a 10 followers
Aquello parece cumpleaños de niño de la calle. Nada mal si apenas llevas horas suscrito a Twitter o Instagram, pero si pasan días y hasta semanas y no sales del foso del número de followers, comienza a preocuparte. Más de un que visitie ese perfil pensará «¿Y este no tiene ni familia que lo siga? ¿Ni siquiera la madre o al menos la querida quieren saber qué desayunó hoy?». Si al cabo de ¡varios meses! persiste la bancarrota en tu número de followers, mejor cierra la cuenta y organiza una reunioncita en casa para decir ahí lo que tengas que decir.
De 11 a 100 followers
La cosa comienza a tomar calor y agradeces con un emotivo mensaje a los nuevos seguidores que, poco a poco, te van sacando del anonimato. No obstante, aún justificas la cifra baja diciéndote a ti mismo: «Es que yo solo posteo de vez en cuando», o te dices a ti mismo la frágil excusa según la cual «No importa la cantidad, ¡sino la calidad!».
De 101 a 500 followers
Superado el centenar de seguidores, ¡tu autoestima respira aliviada! pero gana grados la fiebre de popularidad. En este punto piensas en función a 140 caracteres («Ummm… esta frase que dije sería un buen tuit») y, de recibir un pésimo corte de carne en la charcutería, ya amenazas al despachador con un «¡Te voy a denunciar por Twitter!».
De 501 a 1 000 followers
Estás convencidísimo/a de que cada uno de tus mensajes será la comidilla del día en el metro y en las oficinas públicas, supones que un alto funcionario del gobierno renunciará a su cargo porque lo criticaste en un tuit, o que Leonardo Padrón reorientará el curso de la telenovela luego de que publiste anoche en Facebook que no te gustó el último capítulo.
De 1 001 a 5 000
Averiguas cómo inscribirte en un programa de protección de testigos ante la sospecha de que desde la CIA hasta ISIS ya abrieron sendos expedientes con tu timeline.
De 5 001 a 10 000 followers
Si alguna vez pegaste la lotería ya conoces la alegría de superar el millar de seguidores en una red social. Con una audiencia mayor a la que asistiría a un concierto de Guillermo Dávila, estás en condiciones de exhibir un justificado divismo y pensarlo dos veces antes de relacionarte con aquellos fracasados que aún no alcanzan tan buchona cifra de followers.
De 10 001 a 100 000 followers
Al entrar a un ascensor sospechas que la gente te mira de reojo luego de haberte identificado por tu avatar, y si no te piden un autógrafo es por pena. Te sorprendes si el mesonero te pregunta si quieres mantequilla para el pan, cuando tú anoche posteaste claramente que estás a dieta.
100 001 a 1 000 000 followers
Comienzas a seleccionar tus mejores posts en Instagram para publicarlos en una antología.
De 1 000 001 al número pi
@cristiano, ¡deja algo para el populacho!
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Periodista egresado de la Universidad del Zulia (LUZ) y comunicador visual. Diplomado en Marketing de Empresas por la Universidad Central de Venezuela. Gerente de Escarpia Producciones y creador de miinfoproducto.com. Autor de los libros La risa se desnuda, Crónicas de lo crónico, El Manual de la Malicia.